En nuestro mundo fotográfico digital saturado de imágenes repetidas, trasnochadas y narcisistas, la contemplación se convierte en un ejercicio visual amenazado, en una acción sedienta de tiempo y espacio.
Eliana Vásquez nos entrega, en esta colección póstuma, un abanico de imágenes evocadoras e intensas en su quietud y reflexión simbólica. Estas obras precisan de ese espacio y de ese tiempo para que se logre el disfrute de su composición y contenido. Cada encuadre, minuciosamente construido, parte en ciertos casos del entorno del momento y de la capacidad personal de abstraer —de espacios naturales y creados— la simplicidad de lo complejo; en otros, el meticuloso proceso de producir imágenes de larga Exposición que sacuden de manera restringida emociones y recuerdos nos confronta con el vacío, el infinito y la naturaleza desnuda.
Esta colección permite a cualquier amante o estudioso de la fotografía olvidarse de la vorágine de las imágenes apuradas e inmediatas, y nos enseña no sólo los exquisitos principios de la composición, sino que nos abre una puerta a la más pura degustación visual.
Eliana Vásquez 1966- 2006 por Mariana Montalvo
Paisajes en blanco y negro 1995-2005 Presentación de Billy Hare
Obeliscos y estructuras 2000-2005 Presentación de Gabriela De Bernardi
Halo, el paisaje a color 2000-2005 Presentación de José Gracia Contto